Les comparto la historia de éxito 

Hace como 8 años por cuestiones del destino me toco participar en un curso, que no tiene que ver con mi perfil académico, se llamaba rehabilitación cognoscitiva en pacientes con esclerosis múltiple, impartido en el Instituto de Neurociencias de Buenos Aires Argentina, liderados por el Dr. Cáceres, y que tenia como objetivo final realizar una investigación en México con una batería psicológica que media los trastornos cognoscitivos en los pacientes con Esclerosis Múltiple y el como estos trastornos que los llamaban “síntomas fantasmas” repercutían en el proceso de rehabilitación.

El curso era de 7 de la mañana a 7 de la noche, se intercalaba horas teorías con practicas, para la batería psicológica en lo practico se realizaba en una cámara de Gesell. En una de las clases teóricas nos habían comentado que parte fundamental del tratamiento de los pacientes con esclerosis múltiple se dividía en el tratamiento neuroprotector y el otro cincuenta por ciento en la neurorehabilitaòn, y dentro de este ultimo nos reiteraron que en el momento de plantear los objetivos de tratamiento en dicho plan se deberían de integrar los objetivos que deseaban los pacientes conforme lo marcaba la Organización Mundial de La salud para poder cubrir el ámbito de calidad de vida, en la tarde fuimos a un hospital del sector salud, era totalmente diferente al instituto, era sombrío, oscuro y desgastado, muy parecido al sector salud publico en México.

Entramos en un cuarto grande, en donde había pacientes con Esclerosis Múltiple, era como un grupo de apoyo, y cada uno iba platicando de lo que hicieron en la semana, recuerdo que a una Joven como de 25 años todos le aplaudieron por que había conseguido trabajo, cabe recalcar que en Argentina en esos tiempos los trabajos eran escasos y para un paciente con esclerosis múltiple era mucho mas complicado, y alguien comento—eso es como sacarse la lotería—, recuerdo que cuando le toco a un señor que estaba en silla de ruedas, presentaba espasticidad en miembros inferiores con patrón en tijera, además presentaba contracturas severas en isquiotibiales (parte posterior de las piernas) difícilmente podría lograr la bipedestación, con anticipación la psicóloga nos comento que sufría de resistencia y posible depresión, se le pregunto cual era su objetivo que el quería lograr, a lo cual pidió que su esposa saliera del cuarto, y después de tomar aire menciono – quiero¡ Regalarle un ramo de rosas a mi esposa… casi mas de diez años y me ha cuidado con un gran esmero, ya le he pedido dinero pero no me lo quiere dar, me reclama que lo quiero usar para mis cigarros—todos quedamos en silencio, varios empezaron a buscar en sus carteras dinero, pero la trabajadora social hiso un gesto y todos nos detuvimos, ella refirió – Tengo unos dulces que me han donado—se los dio al señor y le ordeno—Hay que venderlos para juntar para el ramo de rosas—en poco tiempo junto el dinero necesario para el ramo de flores, se las entrego y la esposa se le salieron las lagrimas y al señor se le ilumino el rostro, no se que paso por su mente del señor al terminar con su objetivo, por que todo lo que pueda decir es solo perjuicio.